Eduardo Sorlino

General Manager APUB (Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia)

BOEHRINGER INGELHEIM

Facturación (e.) 2022: $ 18.400 millones

Facturación (p.) 2023:

$ 27.600 millones

Inversiones 2023: $ 238,7 millones

Empleados: 703

1 Proyectamos un año de crecimiento en ambos negocios. En Salud Humana, este crecimiento vendrá de la mano de los productos más innovadores, que realmente están cambiando el curso de enfermedades crónicas como la diabetes, la insuficiencia cardiaca y el ACV. En Salud Animal continuaremos afianzando nuestro liderazgo en productos para mascotas. Buscamos asegurar un mejor acceso a nuestras innovaciones a tantos pacientes y comunidades como sea posible. Nuestra cultura de innovación que agrega valor está puesta al servicio de mejorar la vida de personas y animales. Seguiremos apostando a las tecnologías para poder entregar experiencias personalizadas, innovadoras y de real valor a pacientes, clientes, y por supuesto nuestra gente, poniendo a las personas por delante en todas las decisiones.

2 El mayor desafío sigue siendo administrar cuidadosamente nuestros costos para enfrentar de manera efectiva los retos económicos de la región y del país, con una presión importante en su macroeconomía. El éxito en este contexto nos permitirá seguir priorizando nuestras inversiones en transformaciones que ofrezcan una experiencia de valor a los pacientes. El balance es positivo. Destaco que en ambos negocios seguimos lanzando innovaciones en los países de nuestro cluster. Tenemos en Buenos Aires la sede regional y los service centers de tecnología, finanzas y RR.HH. Esto nos potenció la incorporación de talento en los últimos años y 2022 no fue la excepción. También, este año avanzamos en áreas clave para el futuro como transformación digital, foco en el cliente y futuro del trabajo.

3 Para las empresas de investigación farmacéutica como Boehringer Ingelheim resulta clave la implementación de políticas públicas que nos permitan continuar invirtiendo en

I+D para generar soluciones a problemas globales de salud, como se evidenció con la pandemia de Covid-19. En ese sentido, es necesario trabajar en políticas de largo plazo que permitan fomentar la inversión en investigación clínica en la Argentina y a su vez implementar otras que faciliten la incorporación de las moléculas innovadoras de forma sustentable al sistema de salud.